Permítanme tomar un descanso de la tele y pasar a lo que está en mi mente esta semana, pues con la temporada de premiaciones he decidido "meter un poco la cuchara".
El otro día tuve la suerte de encontrarme con esta nueva película en la que un joven descubre que tiene cáncer y debe atravesar las difíciles sesiones de la quimioterapia.
No pienso contar más pues este es un filme que debe verse con ojos frescos sin saber el final.
Además de su interesante y ambiguo título y estar actuado brillantemente por todo el elenco (sobretodo el principal Joseph Gordon-Levitt y la siempre encantadora Anna Kendrick) somos llevados por momentos que muchas personas en el mundo deben pasar, pero con cautela y un poco de humor; los momentos de sufrimiento no son tomados a la ligera y los momentos graciosos son expresados sin timidez pero con ese respeto tan grande hacia el dolor de la persona. Las diferentes actitudes que quien padece la enfermedad y sus allegados al saberlo son mostradas con acertada realidad y emoción.
No puedo analizar mucho el aspecto técnico pues no soy profesional en este campo (tal vez mi amigo crítico profesinal nos ayude cuando la vea) pero si puedo asegurar, desde mi perspectiva, que todo cinéfilo debe ver este filme, es más... nade debe perdérsela.
Will Reiser escribe el guión basándose en su propia experiencia de vida, dato que la hace incluso más agradable (tómenlo en cuenta también si no les gusta el final), Jonathan Levine dirige y además aparecen Seth Rogen, Bryce Dallas Howard y Anjelica Huston.
La película obtuvo nomiaciones a mejor película y mejor actor en los globos de oro, y aunque no tenga ninguna en los oscar no significa que no sea excelente, incluso mejor que algunas de las que si están nominadas.
Otro dato curioso es que la escena de la cual sale la imagen del poster fue la primera en ser filmada durante producción y es completamente improvisada pues no estaba en el guión.