Cuando fui a ver el filme La Mujer de Negro. La sala tenía un número considerable de personas y un grupo muy grande de estudiantes de colegio detrás mio. En lugar de salir con cara de susto o con mi mente maquinando un análisis de disque crítica a la película, salí con una sonrisa y contento porque fue un rato de entretenimiento que disfruté montones, cosa que se debe mucho a las diferentes reacciones de la gente que tenía alrededor, sin olvidar a las chicas que gritaban con los sustos y varios compañeros que también se hacían escuchar con sus expresiones (yo mismo pegué un par de brincos). A lo que quiero llegar es que una película bien hecha de este género específico puede ser disfrutada estando solo y aún más una audiencia tan comprometida a ser atrapada por la trama como la que me tocó. Tengamos en claro que no estoy hablando de una película excelente o extraordinaria sino una pieza de entretenimiento blando que deja pasar el rato sin lamentarnos de haber pagado la entrada, como sucede en muchas ocasiones. Ahora bien, fue hora y media de mi día que tuvo un comienzo y finalizó a cierta hora. Pero ¿Soportaría alguien la tortura de ver cada semana algo así? Como la ridiculez de tener tres partes de la cansada e insoportable Actividad Paranormal que incluso sabemos que son películas con un final.
Planteo todo esto para llegar a la nueva serie que estrenó en Estados Unidos hace varias semanas The River, sobre un grupo de personas que se adentran en un río del amazonas para buscar a un hombre perdido, pero se dan cuenta que varios peligros sobrenaturales lo tienen atrapado y les hará la vida imposible durante todo el recorrido. Ya ahí está el primer error, el tener un elenco de actores que firmaron un contrato por aparecer una temporada (o más) que se encuentran en situaciones de peligro de muerte, cuando sabes que no les pasará nada. Esto no hace que una audiencia le importe. Claro que es muy importante crear personajes que la gente llegue a querer en dimensión de televisión y si llegara a suceder cierto evento importante logra cierta sensación de nostalgia en el espectador pero nada de esto es parte de The River. Las actuaciones son ridículas y poco creíbles con una excusa de parte de la mujer del perdido cada vez de seguir buscando. Solo recordarla me enoja (y la vi hace meses). En fin, AXN lleva casi dos meses diciendo "muy pronto" a la corta temporada de ocho episodios y sin saber si será renovada para un segundo año de parte de la cadena original, veremos que pasa. Mientras tanto sugiero que consigan La Mujer de Negro y la vean con amigos un viernes por la noche, en este caso sí vale la pena, incluso más si llegan a verla en el teatro. Y si se cruzan con la serie, mejor cambiar de canal, existen mejores.
