miércoles, 5 de marzo de 2014

Orphan Black


Es difícil que una serie de ciencia-ficción tenga éxito en televisión. Se le podría echar la culpa al
presupuesto porque muchas veces estamos ante la errada impresión de que solamente con efectos especiales reconocemos que sea ciencia-ficción, pero es la historia misma que debe sostener un buen argumento, sea cual sea el género.
El caso de la serie canadiense Orphan Black es uno de los pocos donde se puede alabar el uso de los efectos especiales para crear un verdadero truco visual que, además de estar justificados, llena de vida el argumento inicial de la serie y sus diferentes historias a través de la temporada. 
No es posible explicar una sinopsis inicial de la serie sin revelar el detalle más importante que se revela hasta el tercer episodio, pero al llevar tanto tiempo de haber terminado su primera temporada y a poco tiempo del estreno de la segunda, no habrá problema en mencionarlo.
Sarah Manning, joven rebelde y sin hogar, se topa con una mujer idéntica a ella y presencia su suicidio lanzándose frente al tren subterráneo; Sarah asume la identidad de esta mujer y debe enfrentar las consecuencias mientras más se apodere de su nueva falsa "personalidad". Lo que no sabe es que existen más personas iguales a ella: son sus clones.
Más allá de ser una simple trama de ciencia-ficción, Orphan Black se centra en los conflictos (internos y externos) de sus personajes que, a pesar de ser pocos, logran una complejidad interesante para una serie pequeña como esta. Sobresale grandemente la impresionante Tatiana Maslany, ella debe darle vida a unos cuatro personajes diferentes (las clones) y logra darle personalidad propia a cada uno sin que se note mucho esfuerzo; cada vez que aparecen juntas, uno olvida que es la misma persona, estamos viendo personajes bien construidos y muy bien representados, aspecto que se lleva el aplauso de muchos críticos (incluyendo el mío). Lo mejor es que no se detiene ahí: la evolución que tienen hasta los personajes masculinos fluye conforme pasan los episodios y avanza la trama, se complica, pero alrededor de sus personajes y sin que haya mucho desliz de historias secundarias innecesarias, todo vuelve al tema de la controversial clonación y la interesante manera de tratar el tema.
Con solo diez episodios, por su evidente complicada manera de filmar, Orphan Black está entre las mejores series del año pasado y, al no haber estrenado en latinoamérica, no se pudo colar en las lista de este blog. Pero, al encontrarla en Netflix y con el estreno de la segunda temporada en abril, no podía dejar de ser una de las recomendaciones con más entusiasmo que hará este hablador de tele.  

3 comentarios:

  1. Hola :) me entusiasma mucho saber de las series de ciencia ficción. Desde Lost y Battlestar Gallactica, nos falta algo para llenar ese espacio. De esta no he escuchado nada. Tendré que afiliarme a Netflix para buscarla (te aviso si eso sucede algún día).

    Me gustaría también conocer tu opinión sobre Intelligence. He tratado de verla un par de episodios, pero no me ha capturado. ¿A vos cómo te ha ido?...

    PD: En el submarino hablo de una de mis series favoritas, por si quieres echar un vistazo.

    Saludos,
    Katmarce--
    submarinopimienta.blogspot.com

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  2. Cunnus y lingus se enseñan en mi Escuela con humor...

    Nueva entrada en mi blog, pasad vosotros.

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  3. Qué bien que ya tengamos aquí la segunda temporada. Esta semana le dediqué un post a la serie en mi blog. Os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)

    http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/04/la-batalla-de-los-clones.html?showComment=1398508685324

    Un saludo!

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