Al terminar su excéntrica primera temporada
American Horror Story tuvo un excelente final abierto que pudo haber dejado a muchos con ganas de ver qué sucedería luego, pero como sus creadores Ryan Murphy y Brad Falchuck prometieron contar una historia distinta cada año, la posibilidad de una continuación de la casa embrujada de los Harmon quedó descartada. Para este año la serie tiene un subtítulo que acierta en darle la nueva cara a la historia que veremos:
Asylum (asilo). Esto es lo que más me gusta pues aunque sea por segundo año, estamos hablando de un comienzo totalmente distinto, con personajes nuevos y la seguridad de que tendrá inicio y final planeados sin presión de buscar continuar con el relato.
Nos ubicamos en 1964, el asilo Briarcliff tiene a la cabeza a la hermana Jude (o sor Julia, si prefieren) donde "tratan" y "cuidan" a personas diagnosticadas con demencia, le ayuda la hermana Mary Eunice (sor María) y el doctor Arthur Arden quien utiliza métodos no conocidos, siquiera permitidos de tratamiento.
La reportera Lana Winters quiere conseguir una exclusiva del hombre que habría matado a varias mujeres con una máscara de verdadera carne humana llamado
bloody face (cara sangrienta); Kit Walter es acusado de ser tal asesino y llevado al asilo para saber si es capaz de soportar un juicio en su contra. Pero ¿Es Kit verdaderamente el hombre que mató a esas mujeres? ¿Y por qué la reportera Lana de pronto se ve amarrada a una camilla? ¿Son aceptables las distintas maneras de tratar a los pacientes en el asilo?
Además de presentar un argumento más consistente que el de la primera temporada, los personajes se muestran mejor construidos y planeados con sus respectivas historias de fondo y pasados oscuros que influyen en los acontecimientos presentes. Las revelaciones y locuras que hicieron el programa tan atractivo siguen ahí, pero con un método mejor ejecutado, menos a la carrera que las salidas fáciles que se presentaron el primer año.
Los amantes de este género se verán complacidos y los que no somos seguidores del todo nos envuelve y atrapa de extrañas maneras. American Horror Story Asylum estrena en Fox este y todos los martes a las 11 pm, justo después de la más conocida The Walking Dead.
Insisto, Sergio, qué lástima que Fox pase esta serie un MARTES, a esa hora... Espero verla en repetición los sábados...
ResponderEliminarAlgo curioso es que utilice a personajes de la "tanda anterior"... ¿Son todos o solo unos cuantos?...
Y bueno, me encanta las "promo" y las foto que utilizan para mover la serie. Son demasiados creativos y saben utilizar muy bien el horror para atraer a los televidentes. Sin duda, esta es una de las series que hará historia entre los amantes del género.
Saludos,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Como lo dije en el blog de Cinearte, lo repito aquí:
ResponderEliminarNo es que quiero atravesar el caballo a este tema, pero por el cariño que le tengo a este blog, me permito transcribir algo que escribí en el mío sobre Leonardo Favio en su muerte:
Era mi primera novia y al mercado salió la canción de Leonardo Favio titulada O quizá simplemente le regale una rosa. Uno compraba el disco de 45 rpm (revoluciones por minuto), y le daban una rosa plástica de obsequio. Se lo compré a mi novia juvenil y también me acerqué a Leonardo Favio como algo más que canciones románticas. Supe de su cine, supe que se enfrentaba a la dictadura militar de su país, Argentina, y que le prohibieron hacer cine. Por eso se dedicó a cantar. Fue perseguido, amenazado de muerte, exiliado. Cuando cayó la dictadura, dejó de cantar y volvió al cine, buen realizador. Luchó también contra el cáncer. Las pocas películas suyas que he visto tienen un gran compromiso social: Crónica de un niño solo, por ejemplo, de 1965. Fue muy amigo del inolvidable padre Carlos Mugica, sacerdote de la Teología de la Liberación y del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, quien fue asesinado por el grupo fascista Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Leonardo Favio se vinculó a favor de los sindicatos y, con el sétimo arte, fue parte del grupo Cine de Liberación (nada menos que con Fernando Solanas, Gerardo Vallejo, Octavio Getino y jóvenes cineastas argentinos y uruguayos). De este Leonardo Favio no habla la prensa de espectáculos ahora que anuncia su muerte a los 74 años. Es del que quiero hablar yo. Ah, y sobre mi primera novia, es posible que deba regalarle otra canción de Favio: Ella ya me olvidó.
Le envío una hermosa frase de Alphonse Daudet: “Los poetas son los hombres que han conservado sus ojos de niño”.
ResponderEliminarSeñor Sergio le escribo lo que le escribí a otros blogueros que a veces me cuesta escribir en los blogs porque soy aficionada a leer biografías, frases célebres y al cine, como comprenderá el día se me hace pequeño y mi trabajo en el ICT es intenso más otras labores. Pero hago un esfuerzo para reiniciar mi blog y puse una entrada sobre los deseos de Alejandro Magno ante la muerte por si quiere leerla.
Un abrazo.
Carmen Fernández