jueves, 26 de septiembre de 2013

Masters of Sex

En toda serie se da el elemento amoroso entre personajes, ya sea que se trate de sexualidad o no. Cuando ésta se representa, no siempre es parte orgánica de las imágenes que estamos viendo, no siempre estará justificada. Se mostrará para hacer una denuncia, para darle un clímax a un coqueteo, para lograr un momento de intimidad entre personajes, hasta para lograr sacarle una sonrisa al espectador.
En Masters of Sex, se representa la sexualidad para la investigación. En 1956, el doctor William Masters quiso entender ese momento orgásmico en la mujer, quería saber cómo se lograba esta maravilla natural en los cuerpos en una época donde el asunto era completamente tabú y no había espacio para personalidades más libres, como la que aparece como su asistente, Virginia, quien ve el asunto con simpleza y naturalidad. Es entonces que comienza una interesantísima investigación y relación de estas dos personas dirigido con suma elegnacia y finura de parte de estos personajes y su creadora, Michelle Ashford. En Masters of Sex, los colores nos envuelven en la atmósfera de la década, la música nos lleva a antaño, el ritmo es suave y nunca deja que el espectador se aburra, los diálogos, además de inteligentes, son expresados desde adentro, como si cada actor y actriz tuviera a su personaje definido desde el primer episodio; esto, por supuesto, es llevado con actuaciones de primera, desde los secundarios, hasta los principales: Michael Sheen es serio y cauteloso, como el doctor que pone en riesgo su carrera y Lizzy Caplan es exquisita como la fiel asistente y madre que, la pantalla vibra cuando ella aparece. Todo esto no serviría sin la buena historia que es, contada con sencillez pero profundidad, donde las representaciones del acto sexual tienen un sentido completamente distinto a todas las demás series; hay una delicadeza y respeto, el tema no es tabú pero es más que una parte de las historias amorosas, cada escena es cuidadosamente planeada para no llegar a la vulgaridad. La dirección es extraordinaria sobretodo en esos momentos.
Masters of Sex es de esas series que no sabes qué puede venir luego y sería imposible imaginar una segunda temporada, pero en este caso no es algo malo porque, aunque se explora tanto en su primera hora y parece que hemos visto una película completa, se siente que las historias dentro de este mundo podrían seguir por años sin que nos aburriéramos de verlas.
Así de buena es y así de emocionado insisto en que no pueden dejar de verla, por lo menos para encontrarse con algo diferente. Entre tanta historia superficial, ésta, aunque a veces predecible, nos cuenta desde adentro sus perpecias y nos habla de otra manera a través de la pantalla.
Basada en el libro del mismo nombre, y en una historia real de veinte años de investigación, Masters of Sex es, sin duda, la mejor nueva serie de la temporada.

Estrena todos los Lunes a las 8 p.m. por HBO. Repite miércoles.

3 comentarios:

  1. Buen texto Sergio. De verdad que provoca a ver esta serie. Y de eso se trata. Invite a Kattia a comentarle (Katmarce)

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  2. Ahhhh, y ya le respondí en mi blog a su idea del libro.

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  3. Me puse a verla porque en todas las críticas de series nuevas la recomendaban. El primer capítulo de Masters of sex con Lizzy Caplan no me dijo nada, pero según los vas viendo te vas enganchando, muy buena

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